Los protocolos
y técnicas que utilizamos están basados en motores sociales. Para
realizar un correcto aprendizaje, de nada serviría convertirnos en expendedores
de golosinas para conseguir una conducta. Debido a que todos los perros son
sumamente inteligentes y emocionales, trabajaremos con técnicas cognitivo-emocionales.
De esta manera podemos ayudar a tu mascota a gestionar correctamente sus
emociones ante un alto nivel de estrés. También reforzaremos el vínculo con el
dueño mediante el juego, el afecto y un claro entendimiento de lo que
pretendemos hacer. Así, no será necesario recurrir a prácticas punitivas que
solo fomentarían el alejamiento del perro y romperían el vínculo de confianza
con él.
El sistema
de trabajo de EDUQUEMOS A TU PERRO te permite elegir entre dos modalidades,
dependiendo de las necesidades específicas de tu mascota. Por un lado, puede
ser de manera personalizada adaptada a cada perro. La educación personalizada
se efectuará mediante visitas a domicilio (dentro de la Ciudad de Buenos Aires
y GBA Norte). Y por otro lado, contamos con clases grupales al aire libre, muy
divertidas tanto para el perro como para sus guías.
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En las visitas personalizadas a domicilio se
le enseñarán las normas de convivencia familiar y a generar un estrecho vínculo
con sus dueños. La cantidad de visitas depende siempre de la intensidad del
problema, manejándonos con un rango entre 4 a 6 visitas. Según cuál sea el tema
que se deba tratar, estas visitas tendrán una duración de una hora a una hora y
media. Algunas clases serán temáticas, especialmente cuando tratemos liderazgo,
paseo y juego. Otras clases se centrarán en consolidación de lo aprendido, y
otras se dedicarán a un avance con mayor exigencia.
Según la etapa en las que
nos encontremos, la frecuencia será semanal y quincenalmente. Ya que todas las
visitas tienen un hilo conductor entre sí, para que el proceso de aprendizaje
sea mucho más rápido y efectico, es muy importante, en lo posible, no
interrumpirlo.
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En cuanto a las clases grupales, contamos con clases solo para
cachorros, donde nos enfocaremos en el espacio de juego. Además, tenemos clases
únicamente para perros adultos, otras de adiestramiento y otras referidas al
olfato y al paseo. En todas se priorizará la sociabilización del animal, la
diversión, el aprendizaje y la resolución de problemas, fomentando siempre una
sana convivencia con su grupo social.
Si querés interiorizarte
más sobre el tema, ingresá a la sección CLASES GRUPALES. Podrás ver las
diferentes propuestas y encontrar cuál se adapta mejor a las necesidades de tu
familia y de tu mascota.
EDUQUEMOS
A TU PERRO se basa en un modo de trabajo que no solo requiere
del educador canino, sino que también necesita la interacción y participación
de los dueños e integrantes de la familia que convivan con él. Se le enseñará a
estabilizarse, a pasear, a jugar y a obedecer órdenes como sentarse, acostarse,
venir, quedarse quieto, cruzar la calle e ir junto a nosotros, entre otras.
Además aprenderá a gestionar bien el estrés y a ser paciente, sabiendo que, si
lo logra y lo hace de manera equilibrada, tendrá cada vez una recompensa que no
siempre será comida; podrían ser unas caricias o un momento de juego, por
ejemplo.
Para
enseñarle todo esto a tu perro, no es necesario llevarlo a otro lugar, como
pistas de entrenamiento, pero sí lo consideramos fundamental y necesario a la
hora de una educación más especializada (trabajos de rastreo, seguridad, etc.).
Con los
cachorros debemos ser un poco más pacientes y tolerantes. Una educación
temprana estimulará mucho sus sentidos, emociones y su cerebro, donde el juego
social será la principal herramienta para acompañar de manera progresiva su
desarrollo para no atosigarlos o sobreexigirles. A la hora de educar a un
perro, no existen limitaciones ni de razas ni de edad.
Recordá que
lo fundamental es ser pacientes, tratarlo con respeto y estar siempre
equilibrados, para transmitir lo mismo a nuestro perro. Además, resulta
clave el compromiso diario por parte de la familia para realizar los ejercicios
que afianzarán el aprendizaje. El tiempo invertido pronto dará sus frutos y,
además de mejorar la relación con tu perro, lo verás más feliz y relajado,
dispuesto a obedecer y a respetar las normas de la casa.
Si le
enseñamos al perro lo grato que significa vivir una vida en armonía, sin duda
alguna tendremos un compañero inolvidable.